viernes, 1 de febrero de 2013

LA ORGANIZACIÓN DE LA SOCIEDAD DE SOCORRO


La ex-presidenta general de la Sociedad de Socorro, la Hna. Julie Beck dijo:
La historia, el propósito y la obra de la Sociedad de Socorro son únicos entre todas las organizaciones femeninas. En 1942, durante la celebración del centenario de esta Sociedad, la Primera Presidencia de la Iglesia dijo:
“Ninguna otra organización de mujeres en toda la tierra ha tenido semejante origen…
“Los miembros [de la Sociedad de Socorro] no deben permitir que ningún interés hostil ni competitivo le reste valor a los deberes ni a las obligaciones, a los privilegios ni a los honores, a las oportunidades ni a los logros que se adquieren por pertenecer a esta gran Sociedad” .
Si el ser miembro de la Sociedad de Socorro es de tanta importancia, tenemos que saber qué es lo que nos distingue de cualquier otro grupo u organización de mujeres. Todo lo que hacemos en ella es importante porque nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo visitaron a José Smith y, por medio de él, se restauró en la tierra la plenitud del Evangelio de Jesucristo. La Sociedad de Socorro es parte de esa Restauración. El profeta José Smith definió el propósito de esta sociedad e instruyó a las hermanas al respecto, del mismo modo que enseñó a los líderes del sacerdocio de Kirtland y de Nauvoo su propósito y su obra en el sacerdocio.  


La Sociedad de Socorro es singular porque fue organizada “según el modelo del sacerdocio” , y funciona a nivel general y local bajo la dirección de los líderes del sacerdocio; nosotras trabajamos conjuntamente con ellos, quienes poseen las llaves que les dan la autoridad para presidir en el nombre del Señor. Funcionamos a la manera del sacerdocio, lo que significa que buscamos la revelación, la recibimos y actuamos de acuerdo con lo revelado; tomamos decisiones reunidas en consejos y nos ocupamos del cuidado de las personas, una por una. Nuestro propósito es el mismo del sacerdocio: prepararnos para las bendiciones de la vida eterna haciendo convenios y guardándolos. Por lo tanto, igual que para nuestros hermanos que poseen el sacerdocio, la nuestra es una obra de salvación y de servicio, y su objetivo es convertirnos en un pueblo santo.


El presidente Boyd K. Packer ha enseñado que “la Sociedad de Socorro tiene una responsabilidad sumamente amplia.
“El asistir a la reunión del domingo es sólo una pequeña parte de su deber. Algunas de ustedes no han entendido este principio y han hecho a un lado mucho de lo que la Sociedad de Socorro ha significado a lo largo de los años: la hermandad, la caridad y otras partes prácticas de la organización”.
Luego explicó:
“Según nos lo dijo el Profeta [José], la Sociedad de Socorro está organizada conforme al modelo del sacerdocio. Cuando un hombre posee el sacerdocio… se le requiere total dedicación y lealtad…
“El ser miembro del sacerdocio magnifica al hombre y al muchacho. En dondequiera que se encuentre, haga lo que haga, sean cuales sean las personas con quienes se relacione, se espera que él honre su sacerdocio…
“Si ustedes, hermanas, se ajustan a ese modelo… servirán a su organización, a su causa: la Sociedad de Socorro…
“El servicio en la Sociedad de Socorro engrandece y santifica a todas las hermanas. Siempre deben recordar que son miembros de la Sociedad de Socorro” .



No hay comentarios:

Seguidores

HERMANAS

Un día, una mujer recién casada merendaba en casa de su madre. Hablaban de la vida, del matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la vida adulta.

Pensativa, la madre le dijo a su hija:

“Nunca olvides a tus hermanas. Se volverán cada vez más importantes a medida que vayas envejeciendo. Aunque ames profundamente a tu marido, y a los hijos que iréis teniendo, siempre necesitarás a tus hermanas. Intenta hacer cosas con ellas de vez en cuando y compartir momentos de la vida. No olvides que hermanas significa todas las mujeres: tus amigas, tus hijas, tus compañeras y todas las que forman el grupo femenino de tu familia. Las necesitas.”

¡Menudo consejo, pensaba la hija, pues estoy recién casada, y mi marido y la familia que vamos a crear juntos será sin duda lo que dará todo el significado a mi existencia.

Sin embargo, intentó seguir el consejo de su madre. Guardaba contacto con sus hermanas, y cada año tenía más amigas que el anterior.

Fue pasando el tiempo, y poco a poco se dio cuenta de que su madre había sabido darle el mejor consejo, pues cuando se producían cambios en su vida, sus hermanas se convertían en pilares de gran ayuda.

El tiempo pasa, se va viviendo la vida, la distancia separa, los niños crecen. Los seres queridos van muriendo, los corazones se rompen, y las carreras se terminan.

Pero…las hermanas permanecen, pues ni el tiempo ni la distancia cambian nada. Siempre hay una amiga cerca de ti cuando la necesitas. Cuando tengas que cruzar el valle solitario , habrá mujeres en tu vida que estarán a tu lado para animarte, para orar por ti, para ayudarte, para tomarte en sus brazos.

Amigas, hijas, nueras, nietas, hermanas, cuñadas, madres, abuelas, tías, sobrinas, vecinas, todas bendicen tu vida. El mundo no sería el mismo sin esta complicidad entre mujeres. Nos necesitamos las unas a las otras. (Autora anónima)