miércoles, 27 de julio de 2011
EL LEMA DEL AMOR
SENCILLAS PAUTAS DE SALUD: el agua y el limón
El Limón es un producto milagroso para matar las células cancerosas. Es 10.000 veces más potente que la quimioterapia. Su sabor es agradable. Y por supuesto no produce los horribles efectos de la quimioterapia. El árbol del limón es bajo y no ocupa mucho espacio. Se le conoce con el nombre de Limonero. Su fruta es un cítrico, y su pulpa se puede comer directamente o se la emplea normalmente para elaborar bebidas, sorbetes, dulces etc.
El interés de esta planta se debe a sus fuertes efectos anticancerígenos. Y aunque se le atribuyen muchas más propiedades, lo más interesante de ella es el efecto que produce sobre los quistes y los tumores. Esta planta es un remedio de cáncer probado para los cánceres de todo tipo. Hay quienes afirman que es de gran utilidad en todas las variantes de cáncer.
Se la considera además como un agente anti-microbiano de amplio espectro contra las infecciones bacterianas y por hongos; es eficaz contra los parásitos internos y los gusanos, regula la tensión arterial alta y es antidepresivo, y combate los desórdenes nerviosos.
La fuente de esta información procede de uno de los fabricantes de medicinas más grandes del mundo, quien afirma que después de más de 20 pruebas de laboratorio, realizadas a partir de 1970 los extractos revelaron que destruye las células malignas en 12 tipos de cáncer, incluyendo el de cólon, de pecho, de próstata, de pulmón y del páncreas…
Los compuestos de este cítrico demostraron actuar 10.000 veces mejor retardando el crecimiento de las células de cáncer que el producto Adriamycin, una droga quimioterapéutica, normalmente usada en el mundo.
Y lo que es todavía más asombroso: este tipo de terapia, con el extracto de limón, destruye tan sólo las células malignas del cáncer y no afecta a las células sanas.
(Este estudio se hizo por el Instituto de Ciencias de la Salud, L.L.C. 819 N. Charles Street Baltimore, MD 1201)
ALMACENAMIENTO
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HERMANAS
Un día, una mujer recién casada merendaba en casa de su madre. Hablaban de la vida, del matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la vida adulta.
Pensativa, la madre le dijo a su hija:
“Nunca olvides a tus hermanas. Se volverán cada vez más importantes a medida que vayas envejeciendo. Aunque ames profundamente a tu marido, y a los hijos que iréis teniendo, siempre necesitarás a tus hermanas. Intenta hacer cosas con ellas de vez en cuando y compartir momentos de la vida. No olvides que hermanas significa todas las mujeres: tus amigas, tus hijas, tus compañeras y todas las que forman el grupo femenino de tu familia. Las necesitas.”
¡Menudo consejo, pensaba la hija, pues estoy recién casada, y mi marido y la familia que vamos a crear juntos será sin duda lo que dará todo el significado a mi existencia.
Sin embargo, intentó seguir el consejo de su madre. Guardaba contacto con sus hermanas, y cada año tenía más amigas que el anterior.
Fue pasando el tiempo, y poco a poco se dio cuenta de que su madre había sabido darle el mejor consejo, pues cuando se producían cambios en su vida, sus hermanas se convertían en pilares de gran ayuda.
El tiempo pasa, se va viviendo la vida, la distancia separa, los niños crecen. Los seres queridos van muriendo, los corazones se rompen, y las carreras se terminan.
Pero…las hermanas permanecen, pues ni el tiempo ni la distancia cambian nada. Siempre hay una amiga cerca de ti cuando la necesitas. Cuando tengas que cruzar el valle solitario , habrá mujeres en tu vida que estarán a tu lado para animarte, para orar por ti, para ayudarte, para tomarte en sus brazos.
Amigas, hijas, nueras, nietas, hermanas, cuñadas, madres, abuelas, tías, sobrinas, vecinas, todas bendicen tu vida. El mundo no sería el mismo sin esta complicidad entre mujeres. Nos necesitamos las unas a las otras. (Autora anónima)