sábado, 3 de septiembre de 2011

MENSAJE DE LAS MAESTRAS VISITANTES, SEPTIEMBRE 2011



Fortalecer a las familias al aumentar la espiritualidad

Estudie este material y, según sea apropiado, analícelo con las hermanas a las que visite. Utilice las preguntas como ayuda para fortalecerlas y para que la Sociedad de Socorro forme parte activa de la vida de usted.

De nuestra historia:
El profeta José Smith enseñó a las hermanas, en la reunión de la Sociedad de Socorro de abril de 1842, que ellas tenían la solemne obligación de buscar su propia salvación. Él dijo: “Después de recibir  instrucción, serán responsables de sus propios pecados; el hecho de que se conduzcan delante de nuestro Padre Celestial de manera tal que puedan salvarse es un honor deseable; todos somos responsables ante Dios de la manera en que acrecentemos la luz y sabiduría que nuestro Señor nos da para que podamos salvarnos” 3.
Él les enseñó a ser personas justas, a convertirse en un pueblo santo y a prepararse para las ordenanzas y  convenios del templo.

¿Qué puedo hacer?
1. ¿Cómo puedo ayudar a las hermanas a aumentar su autosuficiencia espiritual?
2. ¿Cómo puedo mejorar mi propia capacidad para reconocer y responder al Espíritu Santo?

 Julie B. Beck, Presidenta General de la Sociedad de Socorro, dijo:
“Ha crecido en mí un asombroso testimonio del valor de las hijas de Dios… He sentido que nunca ha habido mayor necesidad de un aumento de fe y de rectitud personales que ahora; nunca se han necesitado más familias y hogares fuertes”.
Las hermanas pueden ayudar a crear hogares y familias fuertes cuando actúan de acuerdo con la revelación personal. “La capacidad de reunir los requisitos para recibir revelación personal y actuar de acuerdo con ella es la aptitud más importante que se pueda lograr en la vida”.
La hermana Beck continúa: “El ser dignos de tener el Espíritu del Señor empieza con el deseo de tener ese Espíritu, e implica cierto grado de dignidad. El guardar los mandamientos, el arrepentirse y renovar los convenios hechos a la hora del bautismo conducen a la bendición de siempre tener el Espíritu del Señor con nosotros.
El hacer y guardar los convenios del templo también añade fortaleza y poder espiritual a la vida de la mujer.
Se encuentran muchas respuestas a preguntas difíciles al leer las Escrituras, porque ellas contribuyen a la revelación…
La oración diaria también es esencial para tener el Espíritu del Señor con nosotros” 1.
También fortalecemos espiritualmente a los miembros de nuestra familia cuando los ayudamos a entender el plan eterno de nuestro Padre Celestial.

¿Qué podemos hacer para mejorar la preparación espiritual de nuestros hijos a fin de que ellos puedan desempeñar sus funciones eternas?” pregunta el élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles.
“Quizás la respuesta más apropiada sea enseñarles a vivir los principios del Evangelio”. Les enseñamos por medio de la oración diaria, el estudio de las Escrituras, al compartir la hora de comer en familia, así como mediante la noche de hogar semanal y la asistencia a la Iglesia.
El élder Ballard dice: “Ahora mismo, cada día, nos preparamos para la vida eterna. Si no nos preparamos para la vida eterna, entonces nos estamos preparando para algo menor, tal vez algo muy inferior” 2.


Escrituras relacionadas con el tema:
Proverbios 22:6; 1 Juan 3:22; Doctrina y Convenios 11:13–14; 19:38; 68:25

NOTAS:
1. Julie B. Beck, “Y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días”, Liahona, mayo de 2010, págs. 10–11.
2. Véase M. Russell Ballard, “El desarrollo espiritual de nuestros hijos”, Liahona, febrero de 1979, pág. 100. 3. Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 378.

Para más información visite www .reliefsociety .lds .org.



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HERMANAS

Un día, una mujer recién casada merendaba en casa de su madre. Hablaban de la vida, del matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la vida adulta.

Pensativa, la madre le dijo a su hija:

“Nunca olvides a tus hermanas. Se volverán cada vez más importantes a medida que vayas envejeciendo. Aunque ames profundamente a tu marido, y a los hijos que iréis teniendo, siempre necesitarás a tus hermanas. Intenta hacer cosas con ellas de vez en cuando y compartir momentos de la vida. No olvides que hermanas significa todas las mujeres: tus amigas, tus hijas, tus compañeras y todas las que forman el grupo femenino de tu familia. Las necesitas.”

¡Menudo consejo, pensaba la hija, pues estoy recién casada, y mi marido y la familia que vamos a crear juntos será sin duda lo que dará todo el significado a mi existencia.

Sin embargo, intentó seguir el consejo de su madre. Guardaba contacto con sus hermanas, y cada año tenía más amigas que el anterior.

Fue pasando el tiempo, y poco a poco se dio cuenta de que su madre había sabido darle el mejor consejo, pues cuando se producían cambios en su vida, sus hermanas se convertían en pilares de gran ayuda.

El tiempo pasa, se va viviendo la vida, la distancia separa, los niños crecen. Los seres queridos van muriendo, los corazones se rompen, y las carreras se terminan.

Pero…las hermanas permanecen, pues ni el tiempo ni la distancia cambian nada. Siempre hay una amiga cerca de ti cuando la necesitas. Cuando tengas que cruzar el valle solitario , habrá mujeres en tu vida que estarán a tu lado para animarte, para orar por ti, para ayudarte, para tomarte en sus brazos.

Amigas, hijas, nueras, nietas, hermanas, cuñadas, madres, abuelas, tías, sobrinas, vecinas, todas bendicen tu vida. El mundo no sería el mismo sin esta complicidad entre mujeres. Nos necesitamos las unas a las otras. (Autora anónima)