domingo, 4 de septiembre de 2011

GUÍA PRÁCTICA PARA EL ALMACENAMIENTO

 Los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sabemos la importancia que debemos darle en nuestras vidas al Plan de Bienestar en general, y al almacenamiento en particular. Esta pequeña guía tiene por objeto ayudar a los miembros de la Iglesia tanto a empezar su almacenamiento, para los que todavía no lo han hecho, como a lograr que lo completen para todo un año, a los que sí ya han empezado a hacerlo. En el nuevo folleto Preparad Todo Lo Que Fuese Necesario, El Almacenamiento Familiar En El Hogar, se nos recomienda entre otras cosas:
. Provisión para tres meses.
“Almacenen una cantidad pequeña de alimentos que formen parte de su dieta diaria normal. Una manera de hacerlo es comprar varios artículos adicionales cada semana para acumular una provisión de alimentos para una semana. Después pueden aumentar gradualmente la provisión hasta que sea suficiente para tres meses. Estos artículos se deben rotar con regularidad para evitar que se echen a perder.”
. Provisión para un largo período (un año) 
“Para las necesidades a largo plazo, en los lugares dónde se permita hacerlo, adquieran gradualmente una provisión de alimentos que duren mucho tiempo y que se puedan usar para conservar la vida, tales como trigo, arroz blanco y habas, judías. Estos alimentos pueden durar hasta 30 años o más cuando se almacenan debidamente y se guardan en un lugar fresco y seco. Se puede rotar una porción de estos alimentos como parte de la provisión de tres meses.”
Según esto, vemos que podemos almacenar de dos maneras:
1. Almacenamiento básico:
Este tipo de almacenamiento está pensado para tener comida siguiendo la premisa : Más vale tener algo, que nada. El Pte. Harold B. Lee dijo en una ocasión: “ Quizá si no pensamos en términos de almacenar para un año todas las provisiones que normalmente usamos, sino en lo que nos permitiera SOBREVIVIR, en caso de que no tengamos qué comer, nos sería más fácil almacenar para un año.”
Algunas personas pueden pensar que mientras tengan dinero,
no tienen por qué almacenar puesto que con el dinero se podrán comprar los comestibles. Sin embargo, ya en 1937, el Pte. J. Reuben Clark, hijo, dijo: “ El dinero en efectivo no es alimento, no es ropa, no es combustible, no es techo... Abasteceos para los tiempos difíciles.” Por mucho dinero que tengamos, en una huelga prolongada de transporte de mercancías, por ejemplo, no encontraremos alimentos en los estantes vacíos de los supermercados. Tampoco podemos confiar en el dinero que tengamos ahorrado en el banco. Si de repente surge una crisis, el banco puede llegar a retener nuestro dinero, o en el mejor de los casos, el dinero puede llegar a devaluarse mucho, perdiendo así gran parte de su valor, provocando que nos quedemos prácticamente sin nada. Deberíamos entonces almacenar alimentos básicos para el sostén de la vida.
El mejor de ellos es el TRIGO EN GRANO   . Si almacenamos trigo en grano, debemos tener un molinillo manual para poder molerlo. El trigo en grano es según los expertos, el mejor alimento para sostener la vida básicamente ya que aporta todos los nutrientes necesarios para conservar la salud y la energía necesarias para afrontar la lucha de la vida cotidiana. Dicen que el trigo en grano, envasado herméticamente, retiene todas sus propiedades durante años, casi indefinidamente. No hace mucho tiempo encontraron junto a una momia egipcia un saco con granos de trigo. Los científicos, después de analizar el trigo, se quedaron asombrados de que se hallara en tan buen estado.
Otro de los alimentos básicos es la MIEL PURA DE ABEJA.     La miel también contiene todos los minerales necesarios para poder sostener la vida, aparte de que es beneficiosa para la salud ayudando a prevenir ciertos tipos de infecciones como por ejemplo los catarros y todas las infecciones relativas al sistema respiratorio (pulmones, bronquios, etc.). Además, también ayuda a combatir el dolor de garganta, y cuando una persona tose mucho y no puede respirar bien, las cataplasmas en el pecho con miel pura de abeja la ayudan a encontrar un gran alivio.

Otros productos necesarios para un almacenamiento básico para un año y por persona adulta son:
. leche en polvo: 35 kgs
. arroz u otros granos, junto con el trigo: 135 kgs
. azúcar, junto con la miel: 30 kgs
. sal 2 kgs
Para las personas que vivimos en Galicia, es mejor que almacenemos sal yodada, sobretodo para las que viven en las montañas ya que el yodo previene el bocio, tan frecuente en esas zonas. Hay que tener en cuenta que el azúcar y la sal nunca caducan. Es importante que los tengamos almacenados en recipientes bien cerrados, resguardados de la humedad y de la luminosidad. Se conservan perfectamente tanto en tarros de cristal como de plástico. Además, en épocas de mucha crisis, el azúcar puede ser considerado como “moneda de intercambio”, por lo que nunca debe faltar en nuestro almacenamiento. Es fundamental recordar que “Cuando llega la emergencia, el tiempo de preparación ya habrá terminado.” Ya que  estamos  en plena crisis , y que actualmente la gente se está absteniendo de comprar los productos menos útiles, puede ser éste un buen momento para empezar nuestro almacenamiento, en caso de que todavía no lo hayamos empezado, o terminar de hacerlo para todo un año, si ya lo hemos empezado. Puesto que este último almacenamiento es más fácil de hacer, y no es muy costoso, si no sabemos por dónde comenzar, podemos empezar por él. Para ello necesitamos hacer el siguiente cálculo para nuestro plan:
 


- 2. Almacenar según un modo de vida providente
 Como se nos ha repetido tantas veces, el almacenamiento de alimentos debe ser parte de nuestra vida cotidiana y no una tarea que realizamos sólo con el fin de prepararnos para algún caso de emergencia: es el vivir providente. En este caso, el programa de almacenamiento que sigamos debe estar adaptado a las necesidades de nuestra familia. Por eso debemos almacenar lo que nuestra familia esté acostumbrada a consumir cada semana. Una vez anotados los alimentos que se suelen consumir, se multiplican por cuatro para saber lo que se necesitaría para todo un mes, y después por doce para saber lo que se necesitaría para todo un año. Puede que éste sea un almacenamiento algo más complejo de hacer que el anterior ya que se almacenan una mayor cantidad de alimentos, y debido a ello, es algo más caro, pero va mucho más acorde con nuestros gustos personales, por lo que no sufriremos trastornos digestivos para adaptarnos a los alimentos puesto que nuestro organismo ya está adaptado a ellos. También sería interesante que además de nuestros gustos a la hora de comer, conociésemos la importancia de los nutrientes para que nuestra dieta sea lo más saludable posible, para tenerlos en cuenta cuando queramos elaborar nuestro almacenamiento.

ELEMENTOS NUTRITIVOS ESENCIALES: Son las sustancias que resultan imprescindibles para el organismo en proporciones adecuadas.

PROTEÍNAS:                                                                                                                                        Son las encargadas de proveer los aminoácidos necesarios para producir enzimas necesarias para regular los procesos del organismo –anticuerpos para luchar contra las enfermedades-, y células de crecimiento, mantenimiento y restitución de los tejidos. Se encuentran en los tejidos animales, en los huevos, la leche y sus derivados. A estas proteínas las llamamos completas, mientras que las de los vegetales, no poseen estas propiedades, a excepción de las de la soja. Para nuestro almacenamiento, podríamos entonces almacenar conservas de pescado, de carne, leche en polvo, queso curado, quesitos en porciones (se guardan para todo un año), soja, etc.


CARBOHIDRATOS:   
Constituyen una fuente esencial de energía. El organismo quema carbohidratos antes que proteínas –a las que guarda como reserva-. Existen carbohidratos complejos tales como frutas, vegetales y granos, y carbohidratos simples tales como el azúcar y el almidón. Para el almacenamiento, podemos entonces guardar arroz y pastas, principalmente. . Los azúcares El azúcar que el organismo utiliza se llama glucosa, que lo extrae de los azúcares complejos. Este azúcar es muy fácil de digerir y se emplea por el organismo, entre otras funciones, durante la contracción muscular, tanto como para producir una reducción del aporte proteico. Además del azúcar blanco, la fructosa, proveniente de las frutas y de la miel, también es asimilada rápidamente por el torrente sanguíneo. En este caso, puede ser conveniente almacenar, aparte de la miel y del azúcar blanco, frutas en conserva.
GRASAS: 
Suministran la mayor fuente concentrada de energía, al tiempo que protegen a muchos órganos vitales constituyéndose así como aislantes. No conviene ingerirlas en exceso, sin embargo, tampoco resulta beneficioso privarse de ellas, y en épocas de frío y de hambre, conviene aumentar su ingesta. Hay dos tipos de alimentos que contienen grasas: . Mantequilla y margarina La mantequilla es la que mejor se digiere respecto al resto de las grasas. En la adolescencia, es conveniente tomarla a menudo puesto que está muy indicada para el crecimiento, pero hay que evitarla durante la tercera edad. Por su parte, la margarina no contiene las vitaminas A y D, por lo que deben serle añadidas. También resulta menos asimilable durante el proceso digestivo. Desde el punto de vista de las calorías, contiene hasta 8 calorías menos por cada gramo de manteca. . Aceites También de origen vegetal, se recomienda el aceite de oliva sobre cualquier otro, por lo que recomendamos su almacenamiento.
VITAMINAS:
De ellas –y de los minerales-, dependen todas las reacciones químicas de nuestro organismo, desde el metabolismo hasta el crecimiento. Tanto si se hallan en una gran proporción como si se carece de alguna de ellas, puede producirse un desequilibrio nutricional a muchos niveles. Están sobretodo en los vegetales, así como las legumbres, las hortalizas, las verduras y las frutas.

LEGUMBRES:
Poseen vitaminas y sales minerales en grandes proporciones, además de facilitar, gracias a la fibra, un mejor funcionamiento de los movimientos del intestino. También son beneficiosas para contrarrestar la excesiva acidez del estómago y por su función purificativa y diurética. Entre ellas, las habas, las lentejas, los garbanzos, y las alubias son las más recomendables.
VERDURAS:
La lechuga, las espinacas, las alcachofas, los tomates, las berenjenas, las zanahorias, los espárragos, las patatas, las cebollas, el ajo y el repollo se constituyen en las verduras más ricas en alto contenido de minerales y en vitaminas A y C. El repollo, por su parte, es muy recomendado para cuando hay deficiencia de vitamina B1 y B2.
FRUTAS:
Las manzanas, las peras, el melocotón, las cerezas, las grosellas, las frutillas, las naranjas, etc, son muy ricas en vitaminas. Los frutos secos tales como las avellanas, las nueces o las castañas, además de tener un alto contenido calórico, aportan al organismo un importante número de nutrientes, comparable al de los quesos grasos.
MINERALES: Se involucran especialmente en la formación de las estructuras del cuerpo, en el metabolismo y en la producción de energía. Los más importantes son:
. Calcio: Es el elemento más abundante del cuerpo. Si se tiene algún déficit en ese aspecto, el organismo se lo robará a los huesos. La leche es el mejor alimento en este sentido, así como el queso, el salmón, las sardinas en conserva, los mariscos y el brócoli.
. Hierro: Resulta esencial para la formación de hemoglobina, la cual transporta el oxígeno a los glóbulos rojos. Los síntomas de la anemia o falta de hierro en el organismo son: debilidad, mareos, depresión y fatiga.
Se encuentra el hierro en particular en las lentejas, el pescado, las nueces, las hortalizas de hojas, y las frutas.
. Fósforo: Es esencial en las reacciones químicas relacionadas con la liberación de combustible energético. Se encuentra en las carnes, el pescado, algunos quesos, y nueces.  
.Potasio: Este mineral colabora con los nervios en el envío de mensajes y la ayuda a las enzimas digestivas. También ayuda a asegurar el buen funcionamiento de los músculos, incluido el corazón, además de promover la liberación de la energía proteica, los carbohidratos y las grasas. Las mejores fuentes de potasio son: las patatas, las alubias, las espinacas y las zanahorias.
. Magnesio: Tal como sucede con el calcio, este mineral interviene en la formación de la estructura ósea. Se encuentra en los huevos, carnes, nueces, plátanos, mariscos, pescados azules, verduras de hojas verde oscuro y semillas.
. Manganeso: También se relaciona con la formación de los huesos y los cartílagos, además de desempeñar un importante papel en la producción de las proteínas, los carbohidratos y las grasas. Su deficiencia se manifiesta con una pobre coordinación muscular, un bajo ritmo de la función cerebral, problemas de tolerancia a la glucosa y una pobre formación del esqueleto y los cartílagos. Se encuentra en los cereales en general.
. Yodo: Es fundamental para el buen funcionamiento de la glándula tiroides. Se encuentra en la sal yodada. .
.Sodio, potasio y cloro: Están presentes en casi todos los alimentos, y rara vez se carece de ellos. Sin embargo, esto puede ocurrir si se padecen vómitos o diarreas frecuentes, deshidratación o trastornos renales. De ahí la importancia de almacenar también bebidas isotónicas, perfectas reconstituyentes de estos minerales.    
En resumen, se podría decir que para tener un almacenamiento lo más completo posible, convendría almacenar productos que tuviesen los principales nutrientes:
Proteínas: carnes enlatadas, en conserva, en cecina, embutidos en tiras de salchichones, o chorizos, una pata de jamón serrano (no es recomendable que la pata de jamón serrano se conserve más de un año sin consumir porque se reseca mucho) pescados enlatados, en conserva, secos, tales como por ejemplo hojas de bacalao, arenques secos, etc. quesos curados, quesitos en porciones, leche en polvo, deshidratada, condensada.
Carbohidratos: pastas, arroz, legumbres (lentejas, alubias, garbanzos, tanto en seco como en conserva o en tarros de cristal), galletas, harinas, bizcotas, cereales en copos, muësli, Azúcar, miel, caramelos, chocolates. 
Vitaminas: las legumbres también son ricas en vitaminas y fibra, así como la soja, que a su vez es riquísima en proteínas. En el mercado podemos encontrar muchas hortalizas y frutas tanto en latas, en tarros de cristal, o deshidratadas, que permiten una larga conservación.
Hay que hacer una mención especial a los frutos secos, y en particular, a las nueces, como ya se dijo anteriormente. También podemos almacenar una buena porción de hierbas aromáticas para alegrar nuestros platos, y son muy beneficiosas.
Grasas: el aceite de oliva es el mejor de los aceites, y se puede conservar durante muchísimos años sin alteraciones.
En este tipo de almacenamiento, es a cada familia a quien le corresponde elaborar su propia lista de alimentos, la cual varía según sus propios gustos, sus hábitos alimenticios, su presupuesto, etc. Lo importante es que se siga una dieta lo más nutritiva y equilibrada posible para que no se resienta nuestra salud.

Ejemplo generalizado de un almacenamiento diario, intentando guardar una dieta lo más saludable posible:
Desayunos de cada día: Leche en polvo o condensada con cereales en copos (corn flakes), o galletas, o bizcotas. O bien una bizcota, o pan casero hecho con harina almacenada, con sardinas en conserva (muy ricas en calcio), y una loncha de queso curado.
Comidas de cada día: Arroz con carne enlatada, o con pescado, y hortalizas, o soja. Frutos secos, o fruta (enlatada, en almíbar, etc).
Meriendas: (sobretodo si hay niños) Galletas o bizcotas con chocolate parta untar o con leche condensada, y algunos frutos secos.
Cenas de cada día: Pastas con hierbas aromáticas o con unas lonchas de embutidos o con pescado en conserva y salsa de tomate. Quesito en porciones o una loncha de queso curado.

Ejemplo específico de un almacenamiento diario:
Desayuno: Una rodaja de pan casero elaborado con harinas almacenadas, con unas gotas de aceite de oliva, y dos lonchas de jamón serrano, o una bizcota. Un vaso de leche en polvo
Comida: Pastas con atún en lata y tomate frito. Un puñado de almendras.  
Merienda: Unas aceitunas rellenas de anchoas (muy ricas en calcio), con un poco de pan y un quesito.
Cena: Una sopa de verduras de sobre, con fideos. Arroz hervido con albóndigas en lata. Una loncha de queso curado.
Por supuesto que se podrían dar innumerables menús diferentes, dependiendo sobretodo de nuestras preferencias culinarias, de nuestros hábitos, etc. Así mismo, también se podrían rebajar algunas cantidades para calcular con mayor exactitud el almacenamiento que desearíamos hacer, pues nunca se lograría almacenar todo lo que tendríamos que comer en condiciones normales.

3. Almacenamiento de Agua Potable
  En el folleto Preparad Todo Lo Que Fuere Necesario se dice: “Almacenen agua potable para las circunstancias en las que el suministro de agua se contamine o interrumpa. Si el agua proviene de una fuente buena que se haya purificado de antemano, no es necesario darle un tratamiento de purificación adicional; de lo contrario, purifiquen el agua antes de usarla. Almacenen el agua en contenedores resistentes, que no goteen y que sean irrompibles. Consideren el uso de las botellas de plástico que comúnmente se usan para zumos y refrescos gaseosos. Mantengan los contenedores de agua alejados de fuentes de calor y de la luz directa del sol.” Todos sabemos que es prácticamente imposible almacenar agua potable para todo un año, por lo que se recomienda que se almacene para un mínimo de 15 días, y todavía mejor, en caso de poder hacerlo, para tres meses. Las botellas de agua mineral que se pueden encontrar en el mercado suelen tener una fecha de consumo “consumir preferiblemente antes de...”que suelen ser aproximadamente de un año. Esto no significa que si consumimos el agua después de un año de haberla comprado, ésta esté en malas condiciones, sino que poco a poco, sus condiciones óptimas se van perdiendo con el tiempo. Por eso es importante rotar también las botellas de agua.
Cuando haya pasado mucho más de un año, o cuando se crea que el agua no está en buenas condiciones, se puede purificar con unas gotas de lejía. Pero no todas las lejías son aptas para purificar el agua, sólo las que lo ponen en la etiqueta. En los supermercados “Día” hay ese tipo de lejías, que no sólo son muy baratas, sino que además, indican la proporción exacta necesaria para la correcta purificación del agua.
En líneas generales, hay que agregar dos gotas de lejía por cada litro de agua, o media cucharadita por cada 20 litros. Después de media hora el agua tratada debe tener olor o sabor a cloro. En caso de que no lo tuviera, habrá que repetir el proceso, tras lo cual se podrá consumir, o volver a almacenar, bien tapada en un recipiente limpio. Otra manera de purificar el agua es hirviéndola durante tres minutos. Después de hervirla, debe guardarse en un recipiente limpio y bien tapado, lavado previamente con agua caliente y un poco de lejía, y que puede ser tanto de vidrio como de plástico.
Otras bebidas para almacenar: Como ya hemos dicho anteriormente, las bebidas isotónicas: nos pueden ayudar en casos de diarrea, deshidrataciones, etc. Por eso es muy importante que tengamos algunas almacenadas, sobretodo si en nuestra familia tenemos niños y/o ancianos.

4. Ejemplos de algunos artículos para un almacenamiento de bajo presupuesto
Es posible almacenar alimentos, aún cuando se dispone de poco presupuesto. En el mercado podemos encontrar diversos productos que nos pueden ayudar a conseguirlo, tales como:
. sopas de sobre: -carbohidratos, vitaminas, grasas- son muy baratas, y contienen bastantes calorías. Sólo hay que añadirles algo de fideos para hacerlas más consistentes, además del agua. Se pueden encontrar a 30 céntimos en algunos supermercados.
. cubitos de caldo: -carbohidratos, proteínas, sales minerales, vitaminas, grasas- (de hortalizas, de carne, de pollo, de pescado). Sirven para dar gusto a guisos, sopas, pastas, etc. Son bastante nutritivos también. . pastas, fideos (no de marca) –carbohidratos-
. harinas: -carbohidratos, vitaminas- de trigo, de maíz, etc. Con ellas se puede elaborar pan casero, o se pueden hacer papillas, añadiéndoles agua con azúcar. Se pueden comprar algunas por 50 céntimos el kilo.   
.sardinas en lata: -proteínas y grasas del aceite, sales minerales- cuestan entre 60 y 80 céntimos.
: -vitaminas- (zanahorias y guisantes, judías, etc) y legumbres –vitaminas, carbohidratos, proteínas- (habas, lentejas, garbanzos) en tarros de cristal: se pueden encontrar a 50 céntimos.
.- latas o briks de tomate frito: - vitaminas, grasas- se encuentran por algo más de 30 céntimos.

5. Recipientes dónde guardar los productos almacenados  
  Podemos aprovechar las botellas de plástico del agua embotellada y de los refrescos que solemos comprar. Una vez consumido su interior, las lavamos bien, y las dejamos secar boca arriba. Una vez secas, podemos llenarlas con harina, arroz, lentejas, habas, garbanzos, puré de patata en copos, azúcar, sal, etc. Gracias al tapón de este tipo de botellas, el cual cierra herméticamente, no entra ningún aire, por lo que los alimentos se pueden mantener mucho más tiempo intactos. Para evitar que se formen gorgojos u otros bichitos, es muy importante añadir algunos granos de pimienta negra, o algunas guindillitas rojas secas a los siguientes alimentos: arroz, lentejas, habas, y garbanzos. No necesitan ni pimienta ni guindillas secas las pastas, ni los purés de patata, por ser éstos alimentos ya elaborados. Antiguamente para evitar la aparición de esos bichitos, se recomendaba echar alguna cucharada de aceite que se esparcía removiendo bien sobre el alimento embotellado, pero se ha demostrado que con el pasar del tiempo, el aceite terminaba por ponerse rancio al estar mezclado con esos alimentos, lo que estropeaba mucho su sabor.
Algunos productos no se deterioran con el tiempo, o apenas: El azúcar, la sal, el trigo en grano, el aceite de oliva (puede sobrepasar los 5 años sin alteraciones). Pero para que eso sea posible, es fundamental que estén guardados en sitios secos y frescos, es decir, resguardados de la humedad y del calor del sol.


  6.Precauciones a seguir cuando se compren latas en conserva
  Hay que examinar muy bien las latas antes de comprarlas, rechazando las que estén ligeramente o algo hinchadas, oxidadas o abolladas. También hay que comprobar la fecha de caducidad de las que estén rebajadas ya que seguramente ya habrán estado almacenadas durante tiempo en algún almacén antes de ponerlas a la venta, o no se hayan vendido todavía después de mucho tiempo en el mismo supermercado.

7. Aparte de alimentos, también se debería tener otros productos de reserva.
En el folleto Preparad Todo Lo Que Fuere Necesario se nos dice “Establezcan una reserva de recursos económicos al ahorrar un poco de dinero cada semana y auméntenla gradualmente hasta tener una cantidad razonable.”
Los productos de higiene son muy a tener en cuenta: jabón, detergente, lejía, champú, pasta y cepillo de dientes, loción, crema y hojas para afeitar, papel higiénico, compresas, pañales para bebés, toallitas desechables, toallas... 
Medicinas : alcohol para desinfectar, agua oxigenada, yodo, aspirinas, algodón, tiritas, vendas, gasas, esparadrapo, vitaminas, termómetro, antihistamínicos, jarabe contra la tos, tratamientos específicos y habituales que requieran los miembros de nuestra familia (ej: contra la diabetes, el asma, etc. para tratamientos crónicos) y aceite consagrado.
Ropa y Mantas, telas, neceser completo de costura, lana y agujas de calcetar y de crochet , una muda de ropa por cada persona, etc.
Varios: Al menos una buena linterna con pilas de repuesto, velas y cerillas, papeles de periódico, papel de aluminio, una radio con pilas y varios juegos de pilas de repuesto para ella, sobres y papeles para escribir, bolígrafos, y  varios tipos de herramientas: martillo, alicates, destornilladores, con puntas, tornillos, etc.






  8. Acerca del Plan de Bienestar El trabajo, la autosuficiencia, el vivir de una forma frugal y el dar a los demás forman los principios del plan de Bienestar.
Éstos no son un programa, sino que representan el Evangelio en acción, llegando a ser su propia esencia. Estos principios son eternos, no cambian. Y vivirlos es esencial para nuestro perfeccionamiento. La revelación de almacenar alimentos quizás sea actualmente tan esencial para nuestra salvación temporal como lo fue para la gente el abordar el arca en los días de Noé.” (Pte. Ezra Taft Benson)
El Señor nos ha instado a tener nuestro almacenamiento para todo un año desde 1937. Estamos ahora casi a finales del 2011, por lo que cobra todavía mayor importancia el hecho de tenerlo listo. Estamos literalmente en los últimos días, y debemos estar preparados para la adversidad. ¿Por qué no hacer parte de las cinco vírgenes sensatas para cuando Él venga? “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.” (Mateo 25: 13) El Señor dijo: Y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare. (Abraham 3: 25) ¡Esforcémonos pues en obedecerle en esto, y que nuestras lámparas siempre estén llenas del preciado aceite!     


5 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias 0

Unknown dijo...

Gracias por esta guía tan completa, siempre ha almacenado pero ahora lo haré en una mejor manera.

Unknown dijo...

Se ve que a pesar de los años, estos concejos son muy utiles a traves del tiempo.

Unknown dijo...

Gracias por ayudarme a recordar todo lo que me falta para completar mi almacenamiento
Muchas gracias

cosita dijo...

Un día, una mujer recién casada merendaba en casa de su madre. Hablaban de la vida, del matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la vida adulta. https://coaching-mastery.com/descargar-videos-de-facebook-en-google-chrome-olvido-su-contrasena/

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HERMANAS

Un día, una mujer recién casada merendaba en casa de su madre. Hablaban de la vida, del matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la vida adulta.

Pensativa, la madre le dijo a su hija:

“Nunca olvides a tus hermanas. Se volverán cada vez más importantes a medida que vayas envejeciendo. Aunque ames profundamente a tu marido, y a los hijos que iréis teniendo, siempre necesitarás a tus hermanas. Intenta hacer cosas con ellas de vez en cuando y compartir momentos de la vida. No olvides que hermanas significa todas las mujeres: tus amigas, tus hijas, tus compañeras y todas las que forman el grupo femenino de tu familia. Las necesitas.”

¡Menudo consejo, pensaba la hija, pues estoy recién casada, y mi marido y la familia que vamos a crear juntos será sin duda lo que dará todo el significado a mi existencia.

Sin embargo, intentó seguir el consejo de su madre. Guardaba contacto con sus hermanas, y cada año tenía más amigas que el anterior.

Fue pasando el tiempo, y poco a poco se dio cuenta de que su madre había sabido darle el mejor consejo, pues cuando se producían cambios en su vida, sus hermanas se convertían en pilares de gran ayuda.

El tiempo pasa, se va viviendo la vida, la distancia separa, los niños crecen. Los seres queridos van muriendo, los corazones se rompen, y las carreras se terminan.

Pero…las hermanas permanecen, pues ni el tiempo ni la distancia cambian nada. Siempre hay una amiga cerca de ti cuando la necesitas. Cuando tengas que cruzar el valle solitario , habrá mujeres en tu vida que estarán a tu lado para animarte, para orar por ti, para ayudarte, para tomarte en sus brazos.

Amigas, hijas, nueras, nietas, hermanas, cuñadas, madres, abuelas, tías, sobrinas, vecinas, todas bendicen tu vida. El mundo no sería el mismo sin esta complicidad entre mujeres. Nos necesitamos las unas a las otras. (Autora anónima)