. Tener fe en Jesucristo y ejercer la fe para arrepentimiento
. Recibir las ordenanzas salvadoras del evangelio, incluso las del templo y participar semanalmente de la Santa Cena para renovar los convenios bautismales.
. Orar a diario y estudiar las Escrituras.
. Obedecer los mandamientos
. Amar a Dios, y amar y servir al prójimo con el amor puro de Cristo (Moroni 7: 47)
. Fortalecer a la familia al orar juntos, al estudiar juntos las escrituras, y al amarse y cuidarse los unos a los otros.
. Asistir a las reuniones de la iglesia y prestar servicio en los llamamientos y asignaciones.
. Compartir el evangelio con amigos y familiares.
. Localizar y remitir los nombres de antepasados fallecidos para las ordenanzas del templo y efectuar la obra del templo tan a menudo como las circunstancias lo permitan.
Bienestar temporal:
Incluye el cuidado de los pobres y de los necesitados y llegar a ser autosuficientes como personas y como familias.
El Señor siempre ha mandado que su pueblo cuide de los pobres y de los necesitados. El ha dicho: " Os digo que es preciso que visitéis a los pobres y a los necesitados, y les suministréis auxilio." (D y C 44:6)
"Y recordad en todas las cosas a los pobres y a los necesitados, a los enfermos y a los afligidos, porque el que no hace estas cosas no es mi discípulo." (D y C 52:40)
"En esto conocerán que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros" (Juan 3:35)
Una manifestación del amor de los miembros por el Señor es el amor que demuestran por los demás al servirles y bendecirles en tiempos de necesidad. En 1834, el Señor enseñó la manera de cumplir con este mandamiento en su iglesia. ( D y C 104: 15-18)
Repartir entre los pobres una porción de lo que uno tiene era considerado de gran importancia por los profetas del Libro de Mormón por los siguientes motivos:
1. Para proveer al necesitado (Mosíah 4: 16)
2. Para retener la remisión de los pecados de día en día y andar sin culpa ante Dios
3. Para asegurarse de que las oraciones no sean en vano y evitar ser contados entre los hipócritas que niegan la fe (Alma 34: 28)
A los SUD de hoy en día se les ha mandado aprender a compartir los unos con los otros como el evangelio lo requiere (D y C 88: 123).
El Señor ha prometido que "al dar de vuestros bienes a los pobres, a mí lo haréis" (D y C 42: 31)
Maneras de cuidar de los pobres y de los necesitados:
Mediante el ayuno y la contribución de las ofrendas de ayuno.
Otras maneras de cuidar de los necesitados:
Pueden ayudar personalmente a quienes lo necesiten, ofreciéndoles su tiempo, sus talentos, su fortaleza espiritual y emocional. También pueden orar en favor de los necesitados. Todos pueden dar algo a los demás. (Marcos 12: 41-44)
Cuando los miembros tienen amor en su corazón y escuchan al Espíritu Santo, no necesitan que se les digan todas las formas en que deberían cuidar de los pobres y de los necesitados. Algunas oportunidades provendrán de los llamamientos y de las asignaciones que reciban de la Iglesia. Otras oportunidades se presentan en los hogares, en el vecindario, en las comunidades. No hay límites para lo que una persona puede ofrecer voluntariamente. Algunos ejemplos son el servicio a la gente sin hogar, a los discapacitados, a los afligidos emocional y spiritualmente, a la viudas y a los huérfanos, y a otra gente pobre y necesitada.
Principios básicos de la ayuda de bienestar de la iglesia:
El proveer conforme a la manera del Señor: Por medio de la Iglesia, el Señor ha establecido una manera de cuidar de los pobres y de los necesitados y ayudarles a recuperar la autosuficiencia. Cuando los SUD hacen todo lo posible para abastecerse a sí mismos pero aún no logran satisfacer sus necesidades básicas, primero deben recurrir a sus propias familias en procura de ayuda. Si esto no es suficiente, la iglesia está lista para ayudar. Los miembros que necesiten tal ayuda tienen que hablar con sus respectivos obispos. Cuando la gente dé, debe hacerlo libremente y con un espíritu de amor, reconociendo que nuestro Padre Celestial es la fuente de todas las bendiciones y que esas bendiciones deben emplearse para servir a los demás. Cuando la gente recibe ayuda, debe aceptarla con gratitud y humildad, agradeciendo al Señor por su bondad y la de otras personas. (D y C 56: 18; 78: 19)
El Almacén del Señor: En D y C el Señor explica que los santos deben dar al obispo sus ofrendas para los pobres. El obispo guarda estas ofrendas en el "almacén del Señor" y las utiliza como corresponda (D y C 42:34; 42: 29-36; 78: 3-7, 13-14; 82: 14-19)
El almacén puede ser simple o complejo, según las circunstancias lo requieran. Puede tratarse de una lista de servicios disponibles, dinero en una cuenta de banco, comida en una alacena o mercancías en un edificio. El almacén se establece cuando los miembros fieles consagran al obispo su tiempo, sus talentos, sus habilidades, su servicio caritativo, sus bienes materiales y dinero para ayudar a los pobres y edificar el reino de Dios en la tierra. Por lo tanto, el almacén del Señor existe en todos los barrios. El obispo es el agente del almacén.
Propósito de la ayuda de bienestar de la iglesia:
Muchas son las razones por las cuales los miembros de la iglesia no cuentan con los recursos materiales para satisfacer sus necesidades básicas. Puede tratarse de personas ancianas o discapacitadas, de personas que hayan tomado decisiones equivocadas o imprudentes de forma deliberada, o por no tener los conocimientos necesarios para aplicar los principios del trabajo y de la autosuficiencia para prepararse para tiempos de adversidad. Además, pueden ser personas que carezcan de los recursos necesarios debido a desastres naturales o
Los líderes de la iglesia deben hacer todo lo posible por satisfacer las necesidades básicas de los miembros que se encuentran en cualquiera de esas circunstancias y ayudarlos a que sean autosuficientes.
El Salvador ha mandado a la iglesia y a sus miembros ser autosuficientes e independientes. Para lograrlo, una persona tiene que trabajar. En 1936, con el fin de aclarar los propósitos del programa de bienestar, la 1ª presidencia hizo la siguiente declaración acerca de la importancia del trabajo y ayudar a los SUD a llegar a ser autosuficientes. "Nuestro propósito principal era establecer hasta donde fuese posible un sistema mediante el cual se acabara con la maldición de la ociosidad y se establecieran una vez más entre nuestra gente la industria, frugalidad y el auto-respecto. El designio de la iglesia es ayudar a la gente a ayudarse a sí misma. El trabajo ha de ocupar nuevamente el trono como principio gobernante en la vida de los miembros de la iglesia."
Al llegar a ser autosuficiente, la gente está mejor preparada para soportar adversidades tales como la pérdida de empleo, las discapacidades físicas, y los desastres naturales sin tener que depender de otras personas. La gente que es autosuficiente también está en mejores condiciones para cuidar de otras personas necesitadas.
Los SUD tienen que llegar a ser autosuficientes en los siguientes 6 aspectos:
1. los Estudios
2. la salud física
3. el Trabajo
4. el Almacenamiento en el hogar
5. la administración de los recursos
(no gastar más de lo que ganen, evitar deudas innecesarias, y prestar servicio a los demás compartiendo con ellos su tiempo, sus talentos y sus recursos)
6. fortaleza espiritual, emocional y social
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