Según un artículo sacado de REALMADRID.COM
(con fecha 29 Julio 2009)
Autor: Adaro Omar Daniel
El nuevo jugador madridista es un hombre
comprometido y practicante de la religión mormona.
Travis Hansen es la nueva incorporación del equipo de
baloncesto del Real Madrid
en España, es SUD (Santo de los Últimos Días) y ex misionero.
El nuevo fichaje del Real
Madrid de baloncesto destaca, además de por ser un alero muy completo y con un
aceptable tiro de tres, por ser una persona muy solidaria y humana.
Tras el fallecimiento de
su madre, Travis Hansen se marchó como misionero a Santiago de Chile cuando
tenía 19 años a predicar la religión mormona, una promesa que le hizo antes del
fatal desenlace.
Allí permaneció dos
años, siguiendo las reglas que marcaban sus creencias, y dejando a un lado el
mundo del baloncesto para ayudar a los demás.
Al volver se dedicó
plenamente a su deporte preferido, pero sin dejar a un lado su faceta más
solidaria.
En 2007 creó con su mujer
una fundación para ayudar a los niños más desfavorecidos de todo el mundo.
Travis Hansen siempre ha
sido una persona muy familiar.
Es hijo de Scout y Laurie
Hansen y tiene cuatro hermanos, siendo dos chicas y dos chicos.
Sus hermanas también jugaron al
baloncesto, llegando a ser McDonald’s All American y Campeonas Nacionales
en su año senior.
Todos ellos practican la
religión mormona, siendo miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de
los Últimos Días.
Antes de comenzar su
etapa universitaria, su vida dio un giro por una fatal noticia.
A su madre Laurie le
diagnosticaron un cáncer de páncreas por lo que Travis decidió quedarse cerca de casa,
uniéndose al equipo universitario Utah Valley State College de baloncesto.
Ella murió a finales de
aquel año, pero antes del trágico desenlace, él le prometió a su madre que se iría de
misionero.
En 1997, cuando tenía 19
años, cumplió su promesa y se marchó a Santiago de Chile para predicar la
iglesia mormona, apartándose durante dos años del mundo del deporte que más le
gustaba.
Allí siguió las
tradiciones de su religión, no pudiendo ligar ni jugar al baloncesto, y con
unas pocas horas libres a la semana que dedicaba a lavar la ropa y a comprar.
Se levantaba muy
temprano, alrededor de las 6:30, y tenía una hora de estudio personal, que lo
dedicaba a leer la Biblia, el Libro del Mormón y a estudiar español.
Siempre iba con la
indumentaria típica y con su Libro bajo el brazo, paseando por las calles y
llamando a las puertas de las casas intentando convencer a los jóvenes sobre la
realidad mormona y sobre Jesucristo. Su grupo también realizaba
servicios a la comunidad, como construir casas para familias desfavorecidas.
En 2007 creó una
Fundación con su mujer
Dos años después de su misión regresó
a Estados Unidos y prosiguió su carrera como alero en el equipo de baloncesto
de la Universidad de Brigham Young (BYU), y posteriormente jugó en la NBA.
Eso sí, siempre se ha
sentido orgulloso de su etapa en Chile y no se cansa de decir que
volvería a repetir la experiencia sin pensárselo dos veces.
Su espíritu solidario
sigue creciendo. En 2007 creó junto a su mujer LaRee la Fundación Little
Heroes Fundation, que tiene como objetivo ayudar a los niños de todo el
mundo.
Entre otras tareas,
diseñan proyectos que mejoran la educación, los cuidados médicos y las
condiciones de vida de los niños, además de enseñar a la gente cómo ayudar a
otras personas.
“Nuestra misión y visión
es que cada persona nacida en la tierra tiene capacidad de hacer algo positivo
en el mundo”, asegura Hansen.