La hermana Lourdes comparte este poema de una antigua Liahona.
Pasó el día y me pregunto:
¿Soy el mismo que hoy al empezar?
¿He cambiado? ¿He progresado?
¿Soy el mismo, con errores, con virtudes,
... Con seguridad y con dudas,
Con deseos de amar y sin haber amado?
¿Acaso el mismo que hoy al comenzar?
Nada que pueda contar, perdóname Señor,
Porque he dormido y no vivido,
Si en un día no he hecho nada que me pueda mejorar.
¿Cómo puedo a todos enseñar a caminar
Si mis pasos son tan débiles y lentos
Que el tiempo pasa y yo me quedo atrás?
Pero mañana al despertar
Aprenderé a vivir cada día.
¡Ahora! porque un año de juventud
Es un día en la vejez,
Y si hoy que tengo tiempo no aprendo,
¿Aprenderé acaso después?
Es la imagen del hombre que deseo ser.
¡Si quiero amar, amaré!
¡Si quiero sentir, sentiré!
¡Si quiero oír, oiré!
Pero entonces, me diré: ¡He cambiado!
No soy el mismo que ayer ni que hoy al despertar
Si he hecho esto al final de cada día,
Gracias Señor por haberme enseñado a vivir.
Porque acaso, ¿no es la vida un día o muchos más?
¿Cuáles son las cosas que quisiera recordar?
Cierro los ojos ahora y si hoy fuera
Mi último día, ¿qué me gustaría dejar?
Élder Ronaldo Walker
Misión de Argentina-Rosario
Liahona Abril de 1975
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