domingo, 26 de agosto de 2012

195 VESTIDOS O UNA HISTORIA DE MODESTIA EN EL VESTIR




No es fácil hoy en día encontrar vestidos de moda que ayuden a las mujeres miembros de la Iglesia a vestirse de modo recatado. La modestia en el vestir es un asunto importante tanto para las mujeres SUD adultas como para las Mujeres Jóvenes:  
Nuestras ropas no deben ser ceñidas ni ostentosas. El Señor se complace en ver a sus hijas vestidas sobriamente. Como mujeres virtuosas que nos esforzamos en cumplir con los mandamientos del Señor, podemos vestirnos con prudencia y elegancia. Pese a las modas del mundo, las miembros de la Iglesia deben esforzarse en vestir de forma decorosa. Aunque esto represente ser a menudo un verdadero desafío, con unos conocimientos básicos de costura, un poco de buen gusto y una poquita de maña, se pueden llegar a hacer hermosos y elegantes vestidos .


En este enlace os mostramos una buena idea que tuvo una jóven de la Iglesia.  Su idea también puede ser válida para las mujeres adultas de la Sociedad de Socorro.


 http://youtu.be/p8NhZ15-XhM




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HERMANAS

Un día, una mujer recién casada merendaba en casa de su madre. Hablaban de la vida, del matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la vida adulta.

Pensativa, la madre le dijo a su hija:

“Nunca olvides a tus hermanas. Se volverán cada vez más importantes a medida que vayas envejeciendo. Aunque ames profundamente a tu marido, y a los hijos que iréis teniendo, siempre necesitarás a tus hermanas. Intenta hacer cosas con ellas de vez en cuando y compartir momentos de la vida. No olvides que hermanas significa todas las mujeres: tus amigas, tus hijas, tus compañeras y todas las que forman el grupo femenino de tu familia. Las necesitas.”

¡Menudo consejo, pensaba la hija, pues estoy recién casada, y mi marido y la familia que vamos a crear juntos será sin duda lo que dará todo el significado a mi existencia.

Sin embargo, intentó seguir el consejo de su madre. Guardaba contacto con sus hermanas, y cada año tenía más amigas que el anterior.

Fue pasando el tiempo, y poco a poco se dio cuenta de que su madre había sabido darle el mejor consejo, pues cuando se producían cambios en su vida, sus hermanas se convertían en pilares de gran ayuda.

El tiempo pasa, se va viviendo la vida, la distancia separa, los niños crecen. Los seres queridos van muriendo, los corazones se rompen, y las carreras se terminan.

Pero…las hermanas permanecen, pues ni el tiempo ni la distancia cambian nada. Siempre hay una amiga cerca de ti cuando la necesitas. Cuando tengas que cruzar el valle solitario , habrá mujeres en tu vida que estarán a tu lado para animarte, para orar por ti, para ayudarte, para tomarte en sus brazos.

Amigas, hijas, nueras, nietas, hermanas, cuñadas, madres, abuelas, tías, sobrinas, vecinas, todas bendicen tu vida. El mundo no sería el mismo sin esta complicidad entre mujeres. Nos necesitamos las unas a las otras. (Autora anónima)