jueves, 8 de diciembre de 2011

QUEMADURAS SANADAS GRACIAS A LA CLARA DE HUEVO



La Hna. Irina comparte con nosotros este importante remedio:
Cuando por accidente nos quemamos una zona del cuerpo como por ejemplo con agua hirviendo, o tocando un objeto candente, podemos curar la quemadura haciendo de la siguiente manera:

En primer lugar, debemos poner la parte del cuerpo que se nos ha quemado debajo del chorro de agua corriente fría, hasta notar que el calor disminuye.

En segundo lugar, debemos separar las yemas de las claras de varios huevos, según la importancia de la quemadura. Cuanta más superficie quemada tengamos, más huevos habrá que emplear.
Luego, debemos batir la clara de huevo, aplicándola con cuidado, por encima de la quemadura. Se formará entonces una película transparente sobre la superficie de la piel. Seguiremos aplicando por encima más clara de huevo, hasta notar que la piel ya no nos abrasa tanto. Cuanta más clara de huevo echemos, mayor mejoría sentiremos.

Este remedio es muy efectivo debido a que la clara de huevo es en realidad colágeno natural con vitaminas, de ahí su gran efectividad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siento estropearte esta entrada, pero en absoluto se recomienda utilizar clara de huevo en las quemaduras:

http://www.trolasenlared.com/2012/09/primeros-auxilios-clara-de-huevo-contra.html

Saludos, Julián

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HERMANAS

Un día, una mujer recién casada merendaba en casa de su madre. Hablaban de la vida, del matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la vida adulta.

Pensativa, la madre le dijo a su hija:

“Nunca olvides a tus hermanas. Se volverán cada vez más importantes a medida que vayas envejeciendo. Aunque ames profundamente a tu marido, y a los hijos que iréis teniendo, siempre necesitarás a tus hermanas. Intenta hacer cosas con ellas de vez en cuando y compartir momentos de la vida. No olvides que hermanas significa todas las mujeres: tus amigas, tus hijas, tus compañeras y todas las que forman el grupo femenino de tu familia. Las necesitas.”

¡Menudo consejo, pensaba la hija, pues estoy recién casada, y mi marido y la familia que vamos a crear juntos será sin duda lo que dará todo el significado a mi existencia.

Sin embargo, intentó seguir el consejo de su madre. Guardaba contacto con sus hermanas, y cada año tenía más amigas que el anterior.

Fue pasando el tiempo, y poco a poco se dio cuenta de que su madre había sabido darle el mejor consejo, pues cuando se producían cambios en su vida, sus hermanas se convertían en pilares de gran ayuda.

El tiempo pasa, se va viviendo la vida, la distancia separa, los niños crecen. Los seres queridos van muriendo, los corazones se rompen, y las carreras se terminan.

Pero…las hermanas permanecen, pues ni el tiempo ni la distancia cambian nada. Siempre hay una amiga cerca de ti cuando la necesitas. Cuando tengas que cruzar el valle solitario , habrá mujeres en tu vida que estarán a tu lado para animarte, para orar por ti, para ayudarte, para tomarte en sus brazos.

Amigas, hijas, nueras, nietas, hermanas, cuñadas, madres, abuelas, tías, sobrinas, vecinas, todas bendicen tu vida. El mundo no sería el mismo sin esta complicidad entre mujeres. Nos necesitamos las unas a las otras. (Autora anónima)