lunes, 19 de septiembre de 2011

CÓMO PREPARAR DISCURSOS




PAUTAS BÁSICAS PARA PREPARAR UN DISCURSO EN LA IGLESIA

1. Orar
La oración es muy importante para recibir la inspiración del Espíritu Santo. Cuando le preguntamos al Padre Celestial en oración sobre qué tema vamos a hablar, nos convertimos en sus instrumentos al decir las palabras que alguien estará necesitando escuchar.

2. Tema del discurso
Si no nos han asignado el tema, debemos pensar en cuál elegiremos para discursar.

3. Propósitos de los discursos
Es importante recordar que los miembros tendrán todos en general la oportunidad de dirigir la palabra a los demás para los siguientes propósitos:
. edificar espiritualmente a los oyentes
. compartir sus testimonios
. compartir experiencias POSITIVAS que ayuden a otros a crecer espiritualmente
Todos podemos aprender de todos, y todos tenemos la responsabilidad de ayudarnos mutuamente a progresar espiritualmente, de ahí la importancia de cuidar mucho nuestra manera de hablar (nunca actuemos como “un elefante en una cacharrería”).

4. Evitar SIEMPRE
Una vez elegido el tema, debemos procurar evitar las siguientes situaciones negativas:
. nunca criticar, ni a las personas, ni a otras religiones… a nada
. nunca subir al púlpito para hablar en contra de alguien en particular o de un grupo en general
. si no hemos podido preparar adecuadamente el discurso, nunca decirlo, ni excusarnos, sino mostrar la mayor seguridad posible ante nuestro público
. nunca aprovechar el púlpito para echar en cara algo negativo a alguien
. pasarse en el tiempo: un discurso jamás debe sobrepasar el tiempo que nos indicaron
 
5. Herramientas para dar un buen discurso:
. los libros canónicos (Libro de Mormón, DyC, Perla de Gran Precio, Biblia)
. las Liahonas
. la Guía de las Escrituras (se encuentra principalmente en el triple, al final de la Perla de Gran Precio, y viene por orden alfabético, encabezando cada tema con una definición).

6. Método:
. Un buen discurso debería ir siempre encabezado por una cita relacionada con el tema principal, o una corta historia que logre captar la atención de los oyentes. (Las Liahonas son buenos recursos a utilizar ya que contienen numerosas historias. También se pueden utilizar otros buenos libros didácticos).
. El desarrollo del discurso debe comprender un mínimo de dos puntos importantes, y al menos una Escritura relacionada con el tema principal.
. Debemos procurar terminar con una breve conclusión que resuma lo que se dijo en el desarrollo, acabando con nuestro testimonio.
. Siempre terminar diciendo: en el nombre de Jesucristo, Amén.



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HERMANAS

Un día, una mujer recién casada merendaba en casa de su madre. Hablaban de la vida, del matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la vida adulta.

Pensativa, la madre le dijo a su hija:

“Nunca olvides a tus hermanas. Se volverán cada vez más importantes a medida que vayas envejeciendo. Aunque ames profundamente a tu marido, y a los hijos que iréis teniendo, siempre necesitarás a tus hermanas. Intenta hacer cosas con ellas de vez en cuando y compartir momentos de la vida. No olvides que hermanas significa todas las mujeres: tus amigas, tus hijas, tus compañeras y todas las que forman el grupo femenino de tu familia. Las necesitas.”

¡Menudo consejo, pensaba la hija, pues estoy recién casada, y mi marido y la familia que vamos a crear juntos será sin duda lo que dará todo el significado a mi existencia.

Sin embargo, intentó seguir el consejo de su madre. Guardaba contacto con sus hermanas, y cada año tenía más amigas que el anterior.

Fue pasando el tiempo, y poco a poco se dio cuenta de que su madre había sabido darle el mejor consejo, pues cuando se producían cambios en su vida, sus hermanas se convertían en pilares de gran ayuda.

El tiempo pasa, se va viviendo la vida, la distancia separa, los niños crecen. Los seres queridos van muriendo, los corazones se rompen, y las carreras se terminan.

Pero…las hermanas permanecen, pues ni el tiempo ni la distancia cambian nada. Siempre hay una amiga cerca de ti cuando la necesitas. Cuando tengas que cruzar el valle solitario , habrá mujeres en tu vida que estarán a tu lado para animarte, para orar por ti, para ayudarte, para tomarte en sus brazos.

Amigas, hijas, nueras, nietas, hermanas, cuñadas, madres, abuelas, tías, sobrinas, vecinas, todas bendicen tu vida. El mundo no sería el mismo sin esta complicidad entre mujeres. Nos necesitamos las unas a las otras. (Autora anónima)