sábado, 27 de agosto de 2011

UN HUERTO URBANO


Objetivo: Conseguir un huerto urbano barato y fácil de cuidar, obteniendo una producción meramente satisfactoria (sin pretender la optimización comercial).  
Profundidad y Recipientes: Un huerto urbano no requiere mucha profundidad. Se   demostrado que en 7-15 centímetros de profundidad se puede plantar casi de todo (zanahorias, tomates, judías, maíz, guisantes, calabazas, rábanos, berenjenas, pepinos, albahaca, menta...). Las raíces no requieren mucho volumen si tienen suficiente agua, aire y nutrientes. Respecto a los recipientes, no hace falta ninguno. Se puede hacer un montón con forma de meseta sobre el suelo de cemento o sobre una tabla y plantar ahí. Por supuesto, se puede hacer un recipiente con paredes.  Se puede hasta plantar plantas pequeñas (lechugas, cebollas...) en un canalón de los que recogen el agua de lluvia de los tejados.
Nutrientes y Aire: Lo mejor es plantar en compost (no usar tierra), aunque también sirven otras mezclas (hierba cortada, hojas de árboles, malas hierbas, serrín...) que se convertirán en compost con el tiempo. También se aconseja usar un fondo con materiales difíciles de corromper y que creen huecos (latas de bebida cortadas, cáscaras de coco, grava, esquirlas de madera...). Al meter esos materiales en la tierra, se les permite a las  raíces encontrar el aire que también necesitan. Estos huertos tienen la ventaja añadida de que su poco peso permite que se instalen en cualquier lugar (tejados, terrazas...).

Ejemplo de esquema propuesto
Agua: La principal diferencia de estos cultivos con respecto a los tradicionales es que hay que regarlos muy a menudo (incluso diariamente o más aún). Si el agua es muy abundante y se tira, se pierden nutrientes (lixiviación). Para no tener que regar mucho, se propone usar un fondo estanco, donde se acumule el agua asegurando un nivel de agua más o menos constante y con al menos 4-6 cm. de suelo por encima de ese nivel. Conseguir un nivel fijo es simple con un bidón de agua con un agujero en su tapadera, colocado invertido sobre el fondo de la balsa, que debe estar delimitada. Esta construcción es muy simple: Se colocan unos palos en forma de cuadrado, se pone un plástico encima que formará la balsa, se pone el montón donde se plantará en un lado y el bidón invertido en otro. Con una cuña levantando el bidón puede controlarse el nivel del agua.  

Nuestra terraza, ventana o balcón puede convertirse en un "lugar ideal" para poder cultivar algunas plantas
Los libros aconsejan escoger una ubicación que reciba, al menos, 8-10 horas de luz solar directa  Lo ideal es una terraza sin edificios que bloqueen el sol como por ejemplo en lo alto de un edificio, aunque no todo el mundo puede tener esta ventaja.
Por simplicidad y para no tener que regar muy a menudo se usan maceteros de plástico más profundos de lo estrictamente necesario.
  2. Plantar para Recoger
Escoger lo que plantar no debe ser complicado y depende de los gustos personales, del clima local... Y en cualquier libro es fácil encontrar la época de siembra para cada especie.  

Ejemplo de tomateras

  Se pueden plantar tomates incluso en maceteros pequeños. El resultado son unos  tomates maravillosos de tamaño pequeño-medio, muy sabrosos y abundantes. 
• En un macetero grande se puede trasplantar una higuera (Ficus carica) comprada en un vivero, pues se dice que las higueras se adaptan muy bien al cultivo en macetas y con el tiempo, dan frutos.

 • En otro macetero se puede  trasplantar un melocotonero enano (Prunus persica).    En la primavera, sus flores rosas alegrarán el paisaje. Sus frutos no serán muy grandes ya que se trata de  un melocotonero enano. No obstante, merece la pena verlos crecer.  

•  También es fácil hacer compost un abono natural ecológico resultante de la descomposición de materia orgánica, tal y como hace la naturaleza. Hacer compost es simple:
 Para nuestro pequeño huerto urbano podemos usar un macetero vacío y depositar poco a poco restos orgánicos (basura orgánica): la piel de una manzana o de otra fruta o verdura, una cáscara de huevo, hojas secas, una pera que se estaba pudriendo... Vale cualquier resto orgánico y si podemos partirlo en trozos mejor, pues más rápida será la descomposición. Esa descomposición puede tener efectos desagradables (olores y mosquitos), pero puede evitarse depositando los restos orgánicos poco a poco para que la descomposición se haga paulatinamente y no de golpe. Si se usan básicamente restos vegetales sólo habrá unos pequeños e inofensivos mosquitos que revolotearán siempre cerca del recipiente. Además, es importante que la descomposición se haga al aire, por lo que si se depositan muchos restos orgánicos será bueno remover de vez en cuando. Cuando el recipiente del compost esté lleno, negro y bien descompuesto tendremos un abono estupendo que no huele y que se debe mezclar con la tierra.
 La descomposición del compost es más rápida en ambientes cálidos y húmedos (deposite al sol y riegue si es posible). Evite, en lo posible, echar semillas al compost ya que al abonar también estará plantando esas semillas.
Averigüe cuándo y cómo es la mejor forma de abonar. En general lo mejor es un mes antes de la siembra y mezclando el compost con la tierra, lo cual también sirve como técnica de arado. Por último, si no se puede conseguir abono natural ecológico de forma gratuita, puede comprarse en cualquier tienda de plantas: El guano es un abono muy bueno.
Quizás lo mejor es usar varias técnicas de fertilización. Si sobre la tierra se deposita materia orgánica de vez en cuando, ésta se irá descomponiendo lentamente (aquí hay que tener en cuenta que los microorganismos descomponedores usan los mismos elementos fertilizantes que las plantas, por lo que éstos no estarán disponibles hasta la total descomposición: hasta que obtenemos compost). Se ha demostrado científicamente que también es práctico regar alguna vez con orina diluida en el agua pues contiene nitrógeno, fósforo y potasio (en Suecia se ha usado para el trigo con resultados excelentes).
Las malas hierbas también son un problema, pero la solución es quitarlas "a mano" para que no compitan con nuestras plantas por el agua y los nutrientes. Para evitarlas es muy eficaz hacer un acolchado en la tierra depositando hojas secas sobre la tierra que, con el tiempo, se convertirán en abono. La regla es " todo lo que sale de la tierra o se come o vuelve a la tierra ".
  4. Otros detalles
El control de plagas y enfermedades puede ser complejo y si ocurriera habrá que intentar solucionarlo.  
Una técnica  básica para prevenir estos problemas: La rotación de cultivos.
Si se plantan alternativamente cultivos de plantas de distinta familia se reduce el riesgo de padecer este tipo de problemas.
Cualquier huerto es incompleto si no hay vida animal. Pero la naturaleza nos sorprende proporcionando esa vida animal gratuitamente y sin esfuerzo. Allí vienen los más variados insectos para hacer una parada y repostar . Si lo único que sentimos por estos animales es odio, entonces lo mejor es renunciar a nuestro huerto y seguir encerrados entre cemento y ladrillo. La vida se abre camino... ¡dejémosla!.  
Los maceteros de plástico son baratos pero son mejor los de barro, porque respetan más la temperatura de la tierra aunque pesan más. Una solución es cubrir los maceteros para evitar que reciban el sol de forma directa. En verano hay que regar a diario, por ejemplo, los tomates. Hay sistemas de riego automático muy simples. Otra solución es usar un huerto con balsa como se explicó anteriormente.  
  5. Conclusiones
Que sí, que sí, que es posible cultivar tomates o melocotones en una maceta en medio de una ciudad. No hacen falta grandes conocimientos, ni grandes inversiones. Que si quieres, puedes. Te encontrarás algunos problemas que seguro que solucionarás.  
Quizás, uno de los problemas ecológicos más graves es que en el mundo hay mucha gente que no cultiva NADA de lo que come ni sabe lo que come, lo cual nos lleva a la agricultura intensiva.  Muchos pequeños huertos ecológicos harán que la naturaleza esté más cerca de nosotros y que nosotros estemos más cerca de ella.
En San Petersburgo, por ejemplo y a pesar de su clima, se está usando la agricultura urbana en multitud de terrazas privadas, pero también en colegios, prisiones, reformatorios... con excelentes resultados. Esa ciudad no es un caso aislado, pues distintas organizaciones están fomentando la agricultura urbana en lugares como Toronto, Vancouver, Philadelphia, Copenhage, Londres, Georgia, Albania, Zaragoza, Haití, San Salvador, Bangladesh, Ruanda, Kenia, Zambia y otros sitios de todos los continentes. Por internet se podrá encontrar mucha información al respecto. Las posibilidades de un huerto urbano son bastante amplias. En maceteros mucho más pequeños se puede plantar también romero (delicioso en ensaladas), yerbabuena (con batido de fresa o en infusión está excelente) y otras plantas no comestibles (lavanda, crásula, echevería...).  
TEXTO de arriba: José Galindo, productor de un Huerto Urbano


Diversos ejemplos de recipientes para nuestro huerto urbano:

En esta foto vemos la producción de hortalizas en una mesa metálica.

Otro ejemplo que podemos seguir si disponemos de espacio reducido, es plantar así en macetas.
En un balcón se pueden plantar muchas cosas: por ejemplo, Berenjenas


plantas aromáticas, etc.
Lo importante es desear tener un huerto urbano para poder tenerlo. No es difícil, y aunque lo ideal sería tener una amplia terraza para cultivar mejor las hortalizas, también se pueden cultivar muchos tipos de ellas en macetas.
Si nos animamos a tener un huerto de estas características, no sólo nos beneficiaremos temporalmente con nuestras pequeñas cosechas, sino que además, nos sentiremos muy satisfechos con nosotros mismos por haber logrado producir los frutos de la huerta, y nos sentiremos más cerca de la naturaleza, lo que influirá siempre positivamente en nosotros.


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HERMANAS

Un día, una mujer recién casada merendaba en casa de su madre. Hablaban de la vida, del matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la vida adulta.

Pensativa, la madre le dijo a su hija:

“Nunca olvides a tus hermanas. Se volverán cada vez más importantes a medida que vayas envejeciendo. Aunque ames profundamente a tu marido, y a los hijos que iréis teniendo, siempre necesitarás a tus hermanas. Intenta hacer cosas con ellas de vez en cuando y compartir momentos de la vida. No olvides que hermanas significa todas las mujeres: tus amigas, tus hijas, tus compañeras y todas las que forman el grupo femenino de tu familia. Las necesitas.”

¡Menudo consejo, pensaba la hija, pues estoy recién casada, y mi marido y la familia que vamos a crear juntos será sin duda lo que dará todo el significado a mi existencia.

Sin embargo, intentó seguir el consejo de su madre. Guardaba contacto con sus hermanas, y cada año tenía más amigas que el anterior.

Fue pasando el tiempo, y poco a poco se dio cuenta de que su madre había sabido darle el mejor consejo, pues cuando se producían cambios en su vida, sus hermanas se convertían en pilares de gran ayuda.

El tiempo pasa, se va viviendo la vida, la distancia separa, los niños crecen. Los seres queridos van muriendo, los corazones se rompen, y las carreras se terminan.

Pero…las hermanas permanecen, pues ni el tiempo ni la distancia cambian nada. Siempre hay una amiga cerca de ti cuando la necesitas. Cuando tengas que cruzar el valle solitario , habrá mujeres en tu vida que estarán a tu lado para animarte, para orar por ti, para ayudarte, para tomarte en sus brazos.

Amigas, hijas, nueras, nietas, hermanas, cuñadas, madres, abuelas, tías, sobrinas, vecinas, todas bendicen tu vida. El mundo no sería el mismo sin esta complicidad entre mujeres. Nos necesitamos las unas a las otras. (Autora anónima)