domingo, 10 de julio de 2011

PROPÓSITO DE LA SOCIEDAD DE SOCORRO


La Sociedad de Socorro fue fundada por el profeta Joseph Smith el 17 de Marzo de 1842,  en Nauvoo, Illinois. Algunas de las damas de Nauvoo fueron a hablar con el Profeta, pues deseaban buscar la forma de organizar a las hermanas de la Iglesia con el fin de practicar la caridad y ayudar a edificar el reino de Dios. Como respuesta, él organizó a las hermanas en una sociedad con el objetivo de “aliviar al pobre, al destituido, a la viuda y al huérfano, y de realizar todo acto de benevolencia”. (History of the Church, tomo 4, pág. 567) 

Los propósitos de la Sociedad de Socorro se extendieron  más allá de los límites del servicio caritativo cuando el Profeta enseñó en una de las primeras reuniones de las hermanas que la sociedad “existe no sólo para dar alivio al pobre, sino para salvar almas”. (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág 293; History of  the Church, tomo 5, pág. 25)
La Sociedad de Socorro funciona bajo la orientación del sacerdocio como la organización del Señor para las hermanas de la Iglesia. El propósito de la Sociedad de Socorro es prestar ayuda a los líderes del sacerdocio en la labor de llevar a cabo la misión de la Iglesia al ayudar a las hermanas y a las familias a venir a Cristo. O sea, a recibir todas las ordenanzas esenciales del sacerdocio, así como a guardar los convenios relacionados con dichas ordenanzas y hacerse merecedores de la exaltación y la vida eterna.

Objetivos de la Sociedad de Socorro

  1. Desarrollar la fe en el Señor Jesucristo y enseñar las doctrinas del reino de Dios.
  2. Hacer hincapié en el valor divino de cada hermana
  3. Ejercer la caridad y atender con amor a los necesitados
  4. Fortalecer y proteger a la familia.
  5. Servir y apoyar a cada hermana.
  6. Ayudar a las hermanas a llegar a ser plenas participantes en las bendiciones del sacerdocio.
   

La Sociedad de Socorro logra su propósito y sus objetivos en las siguientes 4 áreas:

  1. Maestras visitantes
  2. Bienestar y servicio caritativo
  3. Educación
  4. Reuniones adicionales de la Sociedad de Socorro.
  

Miembros de la Sociedad de Socorro

La Sociedad de Socorro es para todas las mujeres de 18 o más, así como para las mujeres menores de 18 años que sean casadas.

Lema y sello de la Sociedad de Socorro

“La caridad nunca deja de ser” (Moroni 7: 46)
En el sello de la Sociedad de Socorro figura este lema con gavillas de trigo que simbolizan el almacenamiento del grano para la época de necesidad.


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HERMANAS

Un día, una mujer recién casada merendaba en casa de su madre. Hablaban de la vida, del matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la vida adulta.

Pensativa, la madre le dijo a su hija:

“Nunca olvides a tus hermanas. Se volverán cada vez más importantes a medida que vayas envejeciendo. Aunque ames profundamente a tu marido, y a los hijos que iréis teniendo, siempre necesitarás a tus hermanas. Intenta hacer cosas con ellas de vez en cuando y compartir momentos de la vida. No olvides que hermanas significa todas las mujeres: tus amigas, tus hijas, tus compañeras y todas las que forman el grupo femenino de tu familia. Las necesitas.”

¡Menudo consejo, pensaba la hija, pues estoy recién casada, y mi marido y la familia que vamos a crear juntos será sin duda lo que dará todo el significado a mi existencia.

Sin embargo, intentó seguir el consejo de su madre. Guardaba contacto con sus hermanas, y cada año tenía más amigas que el anterior.

Fue pasando el tiempo, y poco a poco se dio cuenta de que su madre había sabido darle el mejor consejo, pues cuando se producían cambios en su vida, sus hermanas se convertían en pilares de gran ayuda.

El tiempo pasa, se va viviendo la vida, la distancia separa, los niños crecen. Los seres queridos van muriendo, los corazones se rompen, y las carreras se terminan.

Pero…las hermanas permanecen, pues ni el tiempo ni la distancia cambian nada. Siempre hay una amiga cerca de ti cuando la necesitas. Cuando tengas que cruzar el valle solitario , habrá mujeres en tu vida que estarán a tu lado para animarte, para orar por ti, para ayudarte, para tomarte en sus brazos.

Amigas, hijas, nueras, nietas, hermanas, cuñadas, madres, abuelas, tías, sobrinas, vecinas, todas bendicen tu vida. El mundo no sería el mismo sin esta complicidad entre mujeres. Nos necesitamos las unas a las otras. (Autora anónima)