La ex-presidenta general de la Sociedad de Socorro, la Hna. Julie Beck dijo:
La
historia, el propósito y la obra de la Sociedad de Socorro son únicos
entre todas las organizaciones femeninas. En 1942, durante la
celebración del centenario de esta Sociedad, la Primera Presidencia de
la Iglesia dijo:
“Ninguna otra organización de mujeres en toda la tierra ha tenido semejante origen…
“Los
miembros [de la Sociedad de Socorro] no deben permitir que ningún
interés hostil ni competitivo le reste valor a los deberes ni a las
obligaciones, a los privilegios ni a los honores, a las oportunidades ni
a los logros que se adquieren por pertenecer a esta gran Sociedad”
.
Si
el ser miembro de la Sociedad de Socorro es de tanta importancia,
tenemos que saber qué es lo que nos distingue de cualquier otro grupo u
organización de mujeres. Todo lo que hacemos en ella es importante
porque nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo visitaron a José
Smith y, por medio de él, se restauró en la tierra la plenitud del
Evangelio de Jesucristo. La Sociedad de Socorro es parte de esa
Restauración. El profeta José Smith definió el propósito de esta
sociedad e instruyó a las hermanas al respecto, del mismo modo que
enseñó a los líderes del sacerdocio de Kirtland y de Nauvoo su propósito
y su obra en el sacerdocio.

La Sociedad de Socorro es singular porque fue organizada “según el modelo del sacerdocio”
, y funciona a nivel general y local bajo la dirección de los
líderes del sacerdocio; nosotras trabajamos conjuntamente con ellos,
quienes poseen las llaves que les dan la autoridad para presidir en el
nombre del Señor. Funcionamos a la manera del sacerdocio, lo que
significa que buscamos la revelación, la recibimos y actuamos de acuerdo
con lo revelado; tomamos decisiones reunidas en consejos y nos ocupamos
del cuidado de las personas, una por una. Nuestro propósito es el mismo
del sacerdocio: prepararnos para las bendiciones de la vida eterna
haciendo convenios y guardándolos. Por lo tanto, igual que para nuestros
hermanos que poseen el sacerdocio, la nuestra es una obra de salvación y
de servicio, y su objetivo es convertirnos en un pueblo santo.
El presidente Boyd K. Packer ha enseñado que “la Sociedad de Socorro tiene una responsabilidad sumamente amplia.
“El
asistir a la reunión del domingo es sólo una pequeña parte de su deber.
Algunas de ustedes no han entendido este principio y han hecho a un
lado mucho de lo que la Sociedad de Socorro ha significado a lo largo de
los años: la hermandad, la caridad y otras partes prácticas de la
organización”.
Luego explicó:
“Según
nos lo dijo el Profeta [José], la Sociedad de Socorro está organizada
conforme al modelo del sacerdocio. Cuando un hombre posee el sacerdocio…
se le requiere total dedicación y lealtad…
“El
ser miembro del sacerdocio magnifica al hombre y al muchacho. En
dondequiera que se encuentre, haga lo que haga, sean cuales sean las
personas con quienes se relacione, se espera que él honre su sacerdocio…
“Si ustedes, hermanas, se ajustan a ese modelo… servirán a su organización, a su causa: la Sociedad de Socorro…
“El
servicio en la Sociedad de Socorro engrandece y santifica a todas las
hermanas. Siempre deben recordar que son miembros de la Sociedad de
Socorro”
.